Desperté diferente, ese día me sentía más liviana. Burden, me gusta esta palabra inglesa, en español la traducen simplemente como carga, pero el significado es más sutil. En inglés también tiene que ver con algo emocional difícil de soportar. Algo “pesado” que causa estrés, preocupación. Bueno estos últimos meses estaba “burden”.
Una pequeña historia había llegado hace poco a su fin y en vez de sentirme melancólica o triste, me sentía liviana. Más yo. ¡Estaba volviendo a ser yo! O sea, para esa historia vivida en esos meses ni siquiera fui totalmente yo…
Tal vez solamente fue una historia que se volvía a repetir en el tiempo. Tal vez una historia kármica. Sí, sí, ya sé, no debería tener más karma, pero a veces solamente son historias irresueltas que vuelven en esta vida para que las re-viva y luego las libere.
Este escrito tiene un toque diferente. Muy diferente. Empieza normal, pero luego se pone más, más… no encuentro las palabras para describirlo. Sólo lo considero uno de los mejores escritos que hice.
Como iba escribiendo ese día amanecí liviana. Más juquetona y creativa. Estaba llena de ideas nuevas. Me acordé que suelo decirles a algunas personas que yo no canalizo a nadie, sólo a mi alma. Pero las veces que lo hice en el pasado fue cuando escribí poesía.
Así como me encontraba ese día decidí “jugar”. Eso es lo que más me fascina, todo empezó como un juego. Con grabadora en mano, respirando profundo decidí canalizar a mi alma.
Todo es un acto
(Lo siguiente es la transcripción de lo que grabé ese día)
Ok, hoy estoy con ganas de jugar y seguiré jugando. No voy a llamar a ningún maestro ascendido, porque Yo Soy una Maestra. Yo Soy una Maestra.
(Respiré profundo)
Todo es un acto, por eso me encanta que mi blog se llame Un Acto de Maestría. Todo empieza por un acto.
Yo Soy mi Alma. Yo Soy la Maestra. Yo Soy Merlín. Yo Soy la humana. Yo Soy.
Yo Soy la integración total.
(Larga pausa mientras me equilibraba a mí misma. Sentí tal oleaje en mi interior. Una mezcla de un fuego o algo similar, pasión, alegría. Fue muy intenso y fuerte. Empecé a lagrimear por la impresión. Y tuve que seguir respirando profundo por un rato más)
Hoy es un día memorable para la humana, porque por primera vez está uniendo. Es un acto, ella dice. Todo ya está hecho y ella ya lo sabe. No es necesario que llores.
Todo está bien. Esta creación es magnífica, ¿no crees? Cada paso, cada respiración. Es increíble, gotas y gotas de sabiduría que me enriquecen. Tú eres esa fuente. Esa flor que me crea ese rocío.
Yo no juzgo. No juzgo. Yo me siento bien en cada experiencia que tienes, en cada experiencia que tiene la humana Yo Soy. Sin juzgar.
Desde los principios de los tiempos ha sido así.
Por mucho tiempo la humana ha creído que hemos estado separadas. Ya no, ya no. Tenías que separarte de mí para experimentar y lo haces cada día.
Lo haces y lo haces y mientras yo brillo. Yo brillo. Me expando.
Yo Soy las experiencias, Yo creo la energía, la energía me sirve. La vida es hermosa.
(pausa)
No hay que sentirse mal, no es necesario. Todo está bien, Todo es perfecto desde mi punto de mi grandiosa presencia. Todo, todo está bien en esta creación. No hay error.
Al final es un campo de juego, una obra de teatro, una ficción; hay personajes, hay historias, muchas historias que alegran, que desalegran, que gustan ,que desagradan, pero eso es desde el punto de vista de la humana. A mí no me importa. Yo disfruto cada día.
Cuánta alegría que por fin estemos juntas, he esperado mucho para que me invitaras. Cada experiencia vivida es una gota de sabiduría. Mi amada creación, la más grandiosa. Siempre estoy contigo, pero tú no lo notas.
Para experimentar necesitas creer que estás separada de mí, para vivir la experiencia con más intensidad, pero es una ficción o una obra de teatro o como quieras llamar, Yo Estoy Aquí, siempre, siempre.
(Fin de grabación)
Corto, pero ¡qué intenso fue! Todo ese día estaba con una gran sonrisa. Estaba transformada. El sentido de la sensualidad se hizo presente. Cualquier acción rutinaria que realizaba me parecía nueva. El agua… ¡cómo amo el agua! Extrañé como nunca ir a nadar. Sólo quería sentir el abrazo del agua. Luego la música, me parecía increíble. Cada nota musical me hacía vibrar. Algo que también noté después de esa experiencia era la sensación de que ya nada me faltaba, ni necesitaba aprender nada más ni necesitaba a nadie.