Las cuatro estaciones en versión de David Garret: Verano. El arte no puede ser sólo mental, bueno para algunos artistas sí, pero el arte se vuelve eterno cuando va más allá de la mente, más allá del cerebro, más allá de la inteligencia. Es una declaración: la verdadera creación tiene que tener Consciencia, la verdadera consciencia y este preciado tesoro sólo y únicamente la tenemos los seres humanos.
El verdadero artista canaliza la Consciencia y de ahí salen obras de arte inmortales.
Estoy escribiendo para los del futuro, estoy conversando con aquellos con los que tal vez habría conversado si habría nacido cuando tenía que nacer. Lo que escribo es mi legado de un ser en Consciencia. De un ser que ha permitido hacerse consciente de su consciencia. Un ser que ha permitido su soberanía, su sabiduría del pasado como del futuro y de los costados y sobre todo soy un ser que ha permitido y aceptado su humanidad… Ahora le doy la bienvenida, de nuevo, a la compasión y la bondad por este planeta, ahora que se me quitaron las ganas de querer cambiar al mundo. (Más bien ya se me quitó esa manía-aspecto que lo llevaba por vidas. Ahora puedo mirar a la gente y a sus vivencias con aceptación, sin querer intervenir o controlar).
El caballo solitario
Ocurre algo interesante cuando vuelvo a leer mis escritos y los reedito. Me doy cuenta que escribo párrafos temporales y otros perdurables. En los temporales, que son los que se podrían borrar fácilmente, cuando los leo de nuevo, ya los leo desde una perspectiva diferente. Esto escribí hace una semana:
“¡Qué bueno sería que la gente me deje de controlar! Cuándo se darán cuenta que si actúan así, me vuelvo agua y me escurro por las manos de aquel que quiera apretar-me y si siguen molestando me vuelvo fuego e incendio todo lo que está a mi alrededor, incluso a mí misma. Cuándo se darán cuenta que soy el único caballo salvaje que queda en este planeta…”
Ahora, en este tiempo lineal, me quedo con ser agua, ser fuego, ser un caballo y ser todo lo que quiera ser… pero me estoy distrayendo de lo que escribo en este ensayo.
El caballo salvaje puede ser un animal solitario…
Es muy interesante los preconceptos que existen con respecto a la soledad. Hay como un cliché que acabo de sentir al escribir esto. Algunos piensan que el caballo para ser libre tiene que estar solo. Es una posibilidad, pero qué aburrido quedarse sólo con una posibilidad, cuando hay tantas.
A ver… a jugar un poco con el Y y las posibilidades, ni siquiera potenciales. (Las posibilidades pueden ser pensadas de acuerdo a eventos actuales, eso es básico. Los potenciales son impensados, la mente no podría retenerlos aunque quiera, sólo pueden ser traducidos como sentimientos, intuiciones, a veces ni siquiera eso, es más profundo):
Uno necesita estar solo para comprender de qué está preso.
Uno huye de la soledad porque no quiere profundizar en su viaje interno.
Uno puede estar solo incluso estando acompañado.
(Lo anterior puede ser interpretado desde varios ángulos diferentes entre sí).
Uno puede estar acompañado y sentir su soledad.
Hay dos soledades, la vacía y la llena.
Uno no siempre es libre cuando se encuentra solo…
Uno no siempre es libre…
Eso como algunas posibilidades que son muy fácil de detectarlas. Ahora como potencial. ¿Qué potencial me trajo la soledad? Ir más allá de mi sueño. Cuando era adolescente leí El Alquimista de Coelho y como el protagonista de esta novela juvenil supe que tenía que ir en pos de un sueño y desde ese entonces mi vida fue ir tras de ello. Ese sueño se cumplió y lo trascendí. Mi soledad me trajo un potencial que ni siquiera lo había imaginado cuando tenía quince años: ir más allá de lo que yo imaginaba que era mi sueño. Tal vez algún día escriba un libro de mis memorias y ahí cuente sobre los potenciales y la increíble vida que llevo, gracias a las increíbles creaciones que he creado para mí.
Nada de linealidad. Nada de ir del principio hacia adelante. Por ejemplo este texto ya fue escrito, también ya está siendo leído por esos seres del futuro a los que me refería al principio. Tal vez la gente del pasado también sepa de él. El tiempo no es lineal. Y no se preocupen si la gente del presente no pueda entender nada de lo que este ser que pertenece al Paraíso del loco escriba. No importa si las palabras se las lleva el viento, estoy segura de que estoy dejando mi esencia en este libro, estoy dejando esto que amo llamarle Consciencia.
Soledad “llena” y soledad “vacía”
Tal vez porque he muerto, tal vez porque sé lo que hay después de la muerte, tal vez porque Sé, realmente Sé que soy eterna ya no veo ni percibo lo que me rodea como lo hacía hace años. Sí, he muerto, ese fue uno de los potenciales que experimenté. Muerte, muerte, muerte ¡hay tanto miedo con respecto a la muerte!
Hablando de temores, el ser humano lleva un temor innato a la soledad. Hemos llegado a creer que necesitamos, urgimos estar acompañados, no importa si esa compañía sea de total agrado o sea “para aguantarlo nomás”, con tal de no estar solo, “lo que sea”.
Yo he elegido estar sola para encontrarme, para abrazar a mi alma, pero he atravesado la soledad vacía para llegar a la soledad llena. Yo soy un ejemplo vivo de que lo imposible es posible, yo y hay otros más que entendieron la consciencia y que esta es la mejor compañía. Estoy jugando con la falsa modestia y me estoy divirtiendo.
He atravesado la soledad vacía para llegar a la soledad llena. He ido en contra de mis propias creencias sobre la soledad que llevaba conmigo para estar sola y para luego darme cuenta que puedo estar llena, estando sola. Brahms Hungarian Dance No 5 igual desde el violín del guapísimo Garret. La soledad es vacía cuando crees que estás solo, abandonado, cuando todavía hay indicios de la víctima y sobre todo cuando has cerrado de un portazo a tu esencia divina que graciosamente o curiosamente se encuentra en tu interior, esperando a que dirijas tu rostro hacia él y te digo algo: tiene mucha paciencia, muchísima paciencia, porque te puede esperar muchas vidas. Bueno tal vez no le importa, si el humano y el… (deberíamos crear nuevas palabras que sean puras de preconceptos) y el Yo Soy se unan de nuevo.
Creo que la mayoría tiene que atravesar por la soledad vacía para llegar a la llena. En mi caso fue la terquedad de decir: “tiene que haber algo más que sólo esto” fue lo que me ayudó a alcanzar la soledad llena. La soledad llena es cuando te das cuenta que nunca has estado solo y cuando ese maravilloso ser te saluda, ese ser que eres tú mismo, la vida no vuelve a ser la misma.
¡Por cuánto puto drama he atravesado para entender que lo fácil siempre es lo más intenso de hacer!
Sobre la prisión
Todos estamos presos. Punto. Muy pocos son libres de verdad.
Todos estamos en una prisión, una prisión individual. Y sí, muchos no quieren ser libres, de verdad no lo quieren porque es más cómodo estar preso. Ser libre, realmente ser libre es muy, pero muy desafiante. Puede doler, te destruye totalmente, lo pierdes todo y muchos prefieren la comodidad de estar presos.
¿Hay alguien que ya se enojó con mis declaraciones? Sólo soy honesta conmigo misma, nada más.
Esa prisión puede ser nuestras creencias, nuestras creencias nos aprisionan. ¿En qué creemos? ¿Cuáles son las creencias que rigen nuestras vidas? Somos animales de Zoo, creemos que eso es todo, cuando allá afuera hay mucho más. Y no se trata de ir y quemar a los que nos inculcaron esas creencias, sería un acto de barbarie tonto y sin sentido. Bueno, por lo menos no me sentí tentada de ir a quemar ni iglesias, ni casas familiares incluyendo a las que la habitan ni mucho menos fui a quemar a la sociedad…
Aceptación, aceptación, puede doler, pero sólo se trata de aceptación. No resignación, aceptación: Acepto las cosas como son. ¡Ja! Como los alcohólicos… pero diferente porque los adictos como mucha gente acepta las cosas desde una posición de impotencia. Yo no hablo de ese tipo de aceptación, hablo de aceptar las cosas desde la Soberanía. Desde mi Yo Creadora: “Yo he creado esto y lo acepto, pero puedo descrearlo y crear otros nuevos potenciales”. Hay una gran diferencia.
Parte de experimentar esa soledad vacía que sentí y sé que muchos sienten fue que había una creencia que me inculcaron que se oponía a poder disfrutar de mi soledad. Creía que tenía que estar acompañada y en un determinado momento creí que tenía que casarme. Pero los hombres de ese entonces que pasaron por mi vida no se ajustaban a “compartir una vida juntos”, más habría sido: “compartamos ese karma de vidas pasadas por enésima vez y repitamos los roles como si no hubiera otras salidas”. Más bien que no me casé con ningún karma para luego reproducir karmitas y así perpetuar lo que Sé que ya lo hice varias veces. He llegado a ese momento en el que sólo sé que ya no quiero una vida rutinaria, tal vez lo hice por muchas vidas pasadas y simplemente ya no quise seguir ese papel. Ya no quise ni quiero ser madre ni ama de casa.
Quedarse sola, para la sociedad en la que me encuentro es sinónimo de ser una solterona, ser una “quedada” y todavía es visto como lo peor que podría sucederle a una mujer, todavía se vende ese concepto de que las mujeres están desesperadas de casarse y que los hombres le huyen al matrimonio (¡vaya con los clichés!). Los cuentos de hadas con los que crecí vendían esa creencia de que el final feliz es que todas esas inútiles princesitas se casen. ¿Final feliz? El casamiento es la meta, “feliz”, y última a la que una mujer puede aspirar.
Cuando, más bien es el principio de una historia, en muchos casos, llena de karmas… Si hay patriarcalismo de por medio, los escenarios más o menos son estos: infidelidad, maltrato, borracheras, más infidelidad, o si ya superaron la fase del patriarcalismo bárbaro entran en una infelicidad sutil, donde ambos que en un momento se amaban ya no lo hacen y solamente se aguantan y lo hacen por motivos que no vienen al caso. En ambos casos en el patriarcalismo grosero como en el sutil hay mucha queja, mucho drama, también juegos de poder por parte de los dos protagonistas. Me parece muy triste todo esto, pero a veces las personas necesitamos vivir ciertas experiencias para adquirir sabiduría de ellas. No es malo, sólo es una experiencia. Ni tampoco lo juzgo, sólo estoy sentada en la banca del frente, observando.
Tampoco estoy en contra del matrimonio, conozco parejas que realmente son pareja, y las admiro por ello. Han ido más allá de los karmas, se aman y son un gran dueto juntos, pero soy sincera en esto, me parece que esos casos son muy pocos en el planeta: muy pocos. La mayoría se une porque tiene asuntos pendientes con esa otra persona, asuntos pendientes de vidas pasadas, asuntos sin resolver que se repiten hasta el infinito o hasta que uno de los dos o los dos se cansan de ese juego y dicen: “voy a cambiar ese libreto”.
Las creencias son una forma de prisión, hay otras formas de prisión y personalmente he tenido que estar sola para reconocer dónde había ocultado las llaves de mi celda. No fue fácil, dolió y en el camino derramé montón de lágrimas, pero valió la pena. ¿Lo volvería a vivir? Sí, pero riéndome (más de lo que hago) de mí misma.
Soledad=Soydad
Quiero crear arte más allá de la mente. Como mi legado, como mi paso por esta tierra. Si con la mente se pudo hacer tanta maravilla, sin ella… será indescriptible. Mi vida es una obra de arte, la mejor creación que hice.
My Heart Will Go On en la versión de 2Cellos. ¡Qué versión tan preciosa! Ésta es un homenaje para esos músicos dementes que tocaron hasta que el Titanic se partió en dos y empezó a hundirse. Tocar hasta morir para que su corazón siga tocando más allá de la muerte. Me imagino que fue así… Actos dementes de, para variar, seres humanos.
¿Qué es lo que le hace prometer Jack a Rose antes de morir en la película Titanic? Que no se muera antes de haber vivido con intensidad. Se me quedó más esa promesa que la historia de amor de esos dos personajes. Vivir con intensidad. Así vale la pena vivir.
La soledad es necesaria para re-encontrarme conmigo misma. Para estar muy bien acompañada. Tanto escribo para reducirlo a este tan cortísimo párrafo.