Un espacio seguro. Un centro o un núcleo imperturbable, incorruptible, con la capacidad sensual de sentir lo que le rodea. La sensualidad es una manera de percibir la realidad a través de los sentidos. Un espacio seguro en totalidad sensualidad, es como caracterizaré el día de hoy al alma.
El alma, esa parte divina, la consciencia. Estoy teniendo mucho cuidado en las asignaciones que doy. A lo largo de los siglos e incluso milenios han existido tratados filosóficos sobre el alma. No me interesa filosofar, además la filosofía ya está muerta, más bien lo que estoy haciendo es destilar la esencia. Respiro profundo y canalizo a mi alma.
Mi mente me sirve, por tanto, hay más claridad y por tanto me es más fácil escribir sin caer en makyo (basura espiritual).
Este escrito es la respuesta a una pregunta que me realicé el otro día. ¿por qué la aspectología* es denominada la Psicología de la Nueva Energía?
Psicología, el estudio del alma
Psicología viene de psiquis y logos. Psiquis es alma y logos, estudio o tratado, entonces la psicología es el estudio del alma. La representación simbólica de Psiquis es una mariposa.
Recién en el siglo XVI, al final de la Edad Media, empieza a utilizarse y se atenía a su origen, es decir al estudio del alma. Estaba muy ligada a la teología y los principales estudios eran morales: el bien y el mal y metafísicos: la inmortalidad del alma.
Ya a finales del siglo XIX se la considera una ciencia, se separa tanto de la teología como de la filosofía y deja de ser el estudio del alma y pasa a estudiarse con más detenimiento a la mente y sus trastornos.
¡Qué cambio! De estudiar al alma (a través de la mente) se pasó a estudiar a la mente (desde la mente).
La aspectología, la psicología de la Nueva Energía
El alma crea expresiones de sí misma, diferentes y muy variadas expresiones. Cada expresión es una parte del alma infinita, cada parte es un aspecto.
“Viva la vida” en la versión de David Garrett podría ser un ejemplo para explicar esto, un vídeo muy intuitivo, por cierto, mientras el músico toca el violín va creando otros David Garrett que se separan de él y tocan por su cuenta, pero en un momento determinado cada uno de esos aspectos regresan para fusionarse con el aspecto mayor. Definitivamente: ¡Viva la vida!
Convertirse en el aspecto-nave-nodriza** requiere de mucha responsabilidad. Primero el reconocimiento de mi soberanía, primero el reconocimiento de la Maestra (mi alma) y luego el reconocimiento de esas partes que son mías, a veces tan oscuras y en otras ocasiones tan luminosas.
La confianza, la plena confianza en uno mismo. Confiar que en mí se encuentra el espacio seguro, no fuera de mí, no en la naturaleza. (Es cierto, la naturaleza es un espejo de mi interior). Confiar no en un dios ajeno a mí, sino en mí.
Cuesta hacerlo, especialmente si eres alma vieja y haz estado en esta tierra miles de veces. Haz nacido y haz muerto infinidad de veces en la Vieja Energía. En esa Vieja Energía que te enseñó, de todas las maneras posibles, que no vales nada. “¿Cómo?, ¿yo Dios? ¡No, eso no es posible! ¡Los Beatles dijeron que eran más populares que Cristo y se separaron! ¡El Titanic desafió a Dios y se hundió! ¡No, no yo no puedo ser Dios!”
Y la maestra en mi interior se ríe de esta manera de pensar, pero ésa es la manera de pensar de los de la Vieja Tierra o de aquellos que se aferran a esta realidad como si fuese la única.
Caes a un abismo oscuro y cuando te encuentras tendido en ese suelo inmundo y asqueroso, vienen tus aspectos oscuros, te rodean y empiezan a rasgarte la piel hasta que chilles de dolor, pero cuando tu voz quiere salir, sólo sale una voz gutural y sientes miedo, estás aterrorizado. También sientes frío, pero es un frío indescriptible y hay una minúscula parte de ti que se siente seducido por todo esto, es el poder…
Quieres pedir ayuda, pero nadie puede ayudarte: nadie. Y no porque no quieran, sino porque es una experiencia muy personal, muy individual… Te acompañan, “a cada paso del camino”, como nos lo prometió Adamus, pero sólo eso.
Lo único que te librará de esta experiencia horrorosa es la confianza en ti mismo, la confianza en tu alma. Recordar la respiración profunda y retornar al espacio seguro y sagrado. Cuando comprendas esto, toda esa oscuridad se integrará en tu interior y no te dañará.
Esta experiencia me sucedió hace unos años atrás y se repitió tres veces, pero cada vez en menor grado. La última vez fue diferente, ya no juzgaba, ya no temía, sólo integraba.
El espacio seguro es muy sensual
Cuando empecé a escribir esto, me conecté con mi alma. Sentí el espacio seguro que me ayudó a integrar a mis aspectos y sentí la sensualidad. Pude comprender que toda experiencia en esta tierra es eso, una hermosa experiencia. Sentí a mi alma cómo no juzgaba, sólo sentía y disfrutaba.
El espacio seguro es muy sensual; siente con cada uno de sus sentidos.
Según la Real Academia Española (RAE) la sensualidad tiene dos significados, el primero, muy relacionado con su origen etimológico, tiene que ver con las sensaciones de los sentidos y la segunda se relaciona con lo sexual.
Tal vez en la Edad Media se relacionó esta palabra con lo sexual. Recuerdo que leí en alguna parte que en esas épocas ni siquiera se permitían sentir con los cinco sentidos porque era considerado cosa del diablo. “El cuerpo, esa cosa maldita que aprisiona nuestra alma”, un aspecto que está en cada uno de nosotros.
Pero retomo la sensualidad como ese disfrute con los sentidos (los humanos y los sentidos del Maestro) y vuelvo a respirar profundo. Es cierto, si mi alma no juzga nada, a ninguna de mis acciones, a ningún aspecto, entonces no hay nada que reparar, nada que arreglar, solo integrar, crear una y otra vez. Soy una creadora. Yo como la nave-nodriza observa a mis otras naves que flotan a mi alrededor. No importa el color que tengan.
*Taller propiedad de Crímson Circle
**Término usado por Adamus en Memoirs of a Master