Hace unos años tal vez el 2013, no, fue antes estaba en esta habitación en la que me encuentro ahora. No recuerdo ni siquiera qué estaba haciendo, pero tuve un gran reconocimiento. Una gran confirmación: Ya había llegado al Hogar.
El Hogar donde habita mi alma, el Yo Soy lo que Yo Soy. Logré volver a ella o ella volvió a mí. Ambas posibilidades. Recuerdo que lloré como una niña que se había perdido por mucho tiempo de casa y que por fin encontró el camino de regreso. Había retornado al Hogar a ese espacio que por vidas busqué.
Realización
¿Ese día me iluminé?, y ¿recién unos años después empecé a hacer de esa revelación un acto de consciencia? No hay una respuesta, hay varias porque veo capas y niveles de limpieza, de integración por los que –linealmente- atravesé. Ya estaba realizada desde hace… sólo estoy pasando por la experiencia, incluido el reconocimiento de ese hecho.
Si fue en ese momento mi Realización o fue antes o fue después mi humana no lo acepta fácilmente. No lo aceptó. El tiempo… no es lineal. Me está costando usar los tiempos verbales. No sé si usar el tiempo pasado o el presente. Bueno, por lo menos tengo claro que no el tiempo futuro. Porque no está en un futuro mi Realización, está aquí, siempre lo estuvo, pero tardé en reconocerlo y cuando ya era demasiado evidente ya no pude más esconderme. Esconderme de mí misma.
Estoy realizada. Soy un ser soberano. Yo Soy lo que Yo Soy.
Ilusión/ilusiones
La ilusión de que estoy incompleta o separada ha caído. Está cayendo. Ambos tiempos verbales. Ya no la puedo mantener. Soy la humana, la Maestra/Merlín y soy mi Alma, mi amada Alma. Todo soy Yo.
Tratando de contener a mi alma
La humana en este escrito solo es una escriba, porque no solo es ella la que escribe. Yo estoy aquí. Soy esa alegría que ella olvida, soy ese fuego que ella apaga o no quiere ver. Soy la que la ama sin límites porque es mi creación.
No trates de contenerme.
(La humana otra vez escribiendo, después de contener a mi alma). Estoy loca hasta que deje de estarlo. Mi alma dice que soy aburrida, que cuando ella escribe la magia se hace presente y que puede encarnar a la risa sin pudor ni mente.
Algunos días después
Este escrito tuvo varias etapas y se lo escribió en diferentes días.
Me permito la Unidad. Me permito la Unidad que soy. Permito que entren a este Dominio Soberano mi Yo Soy, mi Maestra/Merlín y la humana, esta humana que ha unido por fin a estas facetas mías.
Permitiendo la Unidad
Sigue fresco el Merabh de la Unidad que se encuentra en La Vida del Maestro 10, Hacia afuera. Uno de los Merabh que más impacto ha tenido en mí. Ya lo sabía, lo supe desde hace años. Esta unidad que soy yo ya lo estaba viviendo desde hace unos años, pero no la había puesto en palabras. Lo aceptaba y no lo aceptaba, ambas al mismo tiempo.
Y de alguna manera seguía/sigo creyendo en la ilusión de la separación. Yo separada de mi alma, de la sabiduría, incluso de mí misma. Por vidas he buscado a dios, un dios externo que no era yo. Fue un camino largo. Mientras oía este hermoso Merabh lo sentí. Fue como un viaje en el tiempo. Siempre buscando, siempre sintiéndome sola. Claustros en los que viví por vidas. Siempre con el anhelo de regresar al hogar, a la fuente a eso que en un momento creí con fervor, que era dios.
El velo se está cayendo. O, mejor dicho, estoy aceptando. Siempre he sido esta Unidad, esta hermosa completitud, pero fue en esta vida que lo encarné. Poco a poco, paso a paso. Un nivel a la vez.
¿Cuándo empezó? Tal vez ese día que reconocí al hogar en mí, que conté al principio de este escrito. O fueron muchas veces, un paso a la vez.
La completitud de Aliyah
Hay momentos que recuerdo que fueron reveladores. Las palabras tienen una energía y cuando las juntas pueden formar un tejido de mil maneras posibles. “El poder es una ilusión”. La mente no lo aceptaba, imposible que la acepte así por así. Un día lo entendí. Tal vez se me hizo fácil ya que influyó mucho que haya realizado Aliyah como seis meses más o menos. Después de practicar semana tras semana Aliyah simplemente comprendí que estoy completa. El sentimiento de completitud fue muy claro. No necesité pensarlo, sólo sucedió.
“Sí, el poder es una ilusión, ya no necesito alimentarme de los otros porque estoy completa”, eso dije en ese momento. Y el poder cayó, mejor dicho, la ilusión del poder cayó.
Pasión
El otro día que empecé a escribir esto, sentí muy fuerte la presencia de mi alma, como la siento ahora. Empezó con un calorcito en mi corazón.
“Pasión tiene muchas formas”, me dice mi alma. Le digo que Adamus dijo que la pasión es tener la libertad de salir de esta realidad limitada las veces que queramos y de regresar cuando queramos o habitar en ambas. “Pasión es estar contigo”, me susurra… “y que me sientas como tú”, continúa.
Permito la pasión.
Salida/retorno
Soy la Unidad que escribe. Así lo deseo.
Hay mucho amor donde me encuentro. Amor que llena cada milímetro de la humana. El Amor desde la Unidad es diferente.
Si permito a mi alma en mí, si dejo a un lado la indignidad, y solo nado en esta increíble piscina, solamente nado con los ojos cerrados, como Adamus me aconsejaba en ese sueño en que se apareció. Nadar con los ojos cerrados es para mí confiar plenamente. Cuando confío, como ahora, vuelo. Floto. Alegría y Soberanía se mezclan.
Estoy nadando con los ojos cerrados. Estoy confiando.
Completitud lo llamé en su momento, Adamus lo denomina Unidad.
La humana, esta increíble humana que convocó a las otras facetas para unificarse.
La Maestra/Merlín, sabiduría y magia. Sabiduría y magia…
Y Yo Soy, mi preciosa y amada alma.
Todas soy Yo.